Page 54 - open
P. 54

De la vivienda flexible a la libre
            apropiación del espacio doméstico
            Diego García-Setién










                              El verdadero espacio del placer, que sería el espacio apropiado por
                                                    excelencia, todavía no existe.
                                         Henri Lefevbre. La producción del espacio, 1974




            Flexibilidad, Flexibilidad, Flexibilidad
            Sembrado en los 50, el concepto de flexibilidad se convirtió en los 60 en bandera
            de aquellos arquitectos empeñados en rescatar a la disciplina del determinismo
            espacial promovido por el funcionalismo. El tiempo aparecía como la dimensión
            necesaria para integrar el cambio, la evolución y la indeterminación característicos
            de la vida moderna. Si antes los arquitectos terminaban su misión cuando la vivienda
            proyectada era ocupada por su cliente, ahora podían –ilusoriamente- proyectar su
            ‘control’ más allá de esa ocupación y de su responsabilidad. Según Forty, existen 3
            posibles estrategias para conseguir flexibilidad en Arquitectura, según ésta sea una
            propiedad del objeto arquitectónico, del espacio, o del espacio en uso.

            La primera es la flexibilidad por medios técnicos y es una propiedad intrínseca
            del objeto arquitectónico característico de la Modernidad. Es la que promovía la
            transformación del espacio habitable mediante elementos móviles, como ocurría en
            la casa Schröder de Rietveld (1924). La misma que en los 50 daba lugar a la ciudad
            nómada Situacionista de Nueva Babilonia de Constant (1956), o la Ciudad Espacial
            de Yona Friedman (1958); la que en los 60 alimentaba la imaginación de Price
            para concebir proyectos no residenciales como el Fun Palace (1961). La misma
            flexibilidad que con el desarrollo comercial de los equipos de acondicionamiento y
            la proliferación de nuevos sistemas constructivos ligeros y desmontables, aparecía
            como medida de potencial cambio y reversibilidad de la  configuración espacial,
            controlada por el usuario (Ehrenkrantz. SCSD 1962), o por un cerebro cibernético
            (Price. Generator, 1976). Aunque en multitud de ocasiones se han proyectado
            viviendas dotadas de este tipo de flexibilidad, donde ha tenido más éxito es en
            espacios de trabajo, sometidos a transformaciones más frecuentes.
            El segundo tipo de flexibilidad es una propiedad física del espacio habitable.
            Cuando un espacio es tan grande que puede acomodar diferentes usos, obtenemos



                                          54
   49   50   51   52   53   54   55   56   57   58   59